LAS PERSONAS QUE
PARTICIPAN EN LOS GRUPOS DE RECREACIÓN HISTÓRICA (III)
Por David Sandoval
Un último apartado del
que quería hablar es el de la gente que realiza recreación
histórica. Se podría decir que existen tantas motivaciones como
personas, pero a lo largo de los años de participación, me
atrevería a reducir dichas motivaciones a unas pocas, añadiendo mi
valoración personal, desde la experiencia, de cuáles me parecen
negativas para afrontar dicha afición. No es un resumen exhaustivo,
ni mucho menos.
La primera y motor
principal es, siempre, la curiosidad. Querer conocer, saber,
entender... el músculo del conocimiento que siempre ha sido y será
motivo de avance. ¿Quién no ha tenido un libro en sus manos y ha
querido ver lo que narraba el autor, situando la acción en la
Alejandría de Cleopatra o en la Atenas de Pericles? ¿quién no
deseó ser Tito Pullo en la serie de "Roma" o Alejandro
Magno en alguna de sus hazañas? ¿nadie deseó charlar con Claudio o
con Nerón? la curiosidad es, por tanto, la motivación que creo está
en todos, en mayor o menor grado.
Asociación cultural Arraona Romana. (Sabadell)
Una motivación es
también el deseo de conocer con exactitud lo que fue. Se puede
desgajar de la anterior, pero es tan particular, que prefiero darle
entidad propia. El afán de detalle, de exactitud, es lo que permite
hablar con mayor concreción del mundo. Igual que un botánico no
habla de "un árbol", a un recreacionista no le vale hablar
de "una espada" o "una prenda", sin más. Quiere
conocer, blandir ese arma o vestir esa prenda. Necesita entender
cómo, por qué se usaba de una manera y no de otra, qué influencia
tenía el clima, el entorno, la sociedad, la religión, la economía,
los valores... esta motivación suele darse sobre todo en académicos
e investigadores.
Ibercalafell, Calafell (Tarragona)
Otra motivación,
totalmente legítima, es la lúdica. Igual que soñamos con Pericles,
Cleopatra, Alejandro Magno o Julio César, también muchos quieren
ser ellos. Interpretar durante unas horas a un legionario romano,
veterano y curtido, o a un general victorioso, a un hábil
político... son tentaciones que todos tenemos desde niños, donde ya
emulábamos a nuestros héroes. Esta motivación, como digo legítima,
es lúdica y por tanto agradable en tanto no trascienda y se
convierta en obsesión y peligrosa desubicación. También la
comparten, en mayor o menor grado, la mayor parte de los aficionados
a la recreación histórica.
Evocati Apri Scipioni, Sant Climent (Barcelona)
Lvdi Laietani, Sant Cugat (Barcelona)
Hay una motivación que
debo calificar, desde el inicio, de nociva para la recreación
histórica. Es la ideológica. Existe, por parte de bastantes
personas, la intencionalidad de dar legitimidad a sus opciones
políticas mediante el uso y recurso del pasado como elemento
fundamental. "Así fue desde..." es la frase que, más o
menos reproducida, buscan con su transliteración del pasado. Dicha
motivación es, como he dicho, peligrosa. Desvirtúa en gran medida
la intencionalidad original (conocer el pasado) y es fuente de graves
conflictos.
Hay también una
motivación del ego, entendida como deseo de destacar. No es
especialmente negativa si se sabe desarrollar con proporcionalidad.
Numerosas personas, en aficiones como esta, de clara necesidad
socializadora y pública, desean destacar sobre sus compañeros, ya
sea con exhibición de mayores recursos, conocimientos u otras
habilidades. Como tal, es aceptable, siempre que no entorpezca el
desarrollo del grupo de trabajo. Y todos reconocemos rápidamente a
los personajes con más ego...
Ibercalafell, AtheneaPromakhos (Zaragoza) e Iboshim (Ibiza)
Se puede añadir una
motivación de ocio. La necesidad de realizar una actividad en común
con otras personas, disfrutando de un tiempo de esparcimiento donde
uno pueda evadirse de la cotidianeidad. Esta también es positiva y
deseable, pues el ser humano requiere de distracción, y qué mejor
que mediante una afición que aúna cultura, investigación,
conocimiento y diversión.
Pueden indicarse otras
motivaciones, pero estas son, para mí, las más destacadas y
reconocibles. Sin duda, si el lector es participante en algún grupo,
reconocerá en los otros alguna de ellas, e incluso, con un poco de
introspección, en sí mismo.
Investigar para conocer,
conocer para divulgar,
divulgar para preservar.